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Neumáticos poco inflados: los riesgos que corre

Presión correcta
La presión es un factor de seguridad y longevidad de los neumáticos. Debe controlarse en frío al menos una vez al mes. En caso de control en caliente, se recomienda añadir 0,3 bar a la presión recomendada.


Presión excesiva (+0,5 bar)
Unos neumáticos sobreinflados se desgastan por el centro prematuramente, lo que reduce la vida útil del neumático. Además, la reducción de la superficie de contacto con el suelo conlleva una pérdida de adherencia que puede ser peligrosa en las curvas o al frenar.

Presión insuficiente (- 0,5 bar)
Unos neumáticos poco inflados se desgastan prematuramente por los hombros, lo que reduce la vida útil del neumático. Además, el aplastamiento del neumático aumenta el consumo de carburante y hace que la evacuación del agua sea menos eficaz.

Presión claramente insuficiente -1,5 bar)
Unos neumáticos muy poco inflados pueden provocar un accidente (el 20% de los accidentes se deben al estado de los neumáticos). El sobrecalentamiento conlleva un elevado riesgo de reventón. Y a 130 km/h, un reventón provoca por lo general una pérdida de control del vehículo.

Con una presión demasiado fuerte, la banda de rodadura se bombea, lo que disminuye la superficie de contacto del neumático con el suelo. Esta deformación tiene diversas consecuencias:
Un desgaste más rápido de la parte central del neumático
Una menor adherencia, ya que el neumático se adapta menos a la calzada
Una menor amortiguación de las rugosidades de la calzada.

Por el contrario, con una presión demasiado baja, el esfuerzo se desplaza a los hombros del neumático, que, de esta manera, trabajarán anormalmente. Esto también va a provocar efectos negativos en cadena:
Un desgaste prematuro en el hombro del neumático
Una elevación anormal de la temperatura del neumático, que puede provocar un reventón y una pérdida de control del vehículo
Una alteración del comportamiento en carretera, sobre todo en suelo mojado
Un mayor consumo de carburante.

Atención: el inflado con nitrógeno no exime de verificar la presión de los neumáticos.
Consejo: para garantizar la correcta estanqueidad del neumático, no se olvide de colocar los tapones de las válvulas después de un control de presión. Y cámbielos cuando monte unos neumáticos nuevos.

¿Cómo controlar la presión de los neumáticos?

La presión debe controlarse en frío. Esto significa que los neumáticos no deben haber circulado en las 2 horas anteriores ni haber recorrido más de 3 km, y todo ello a una velocidad reducida. Si no dispone de tiempo para dejarlos enfriar, añada 0.3 bar a la presión recomendada. No desinfle nunca un neumático en caliente.


Fuente: "Rezulteo"
EN ESTE VÍDEO PODRÁS APRECIAR LA DIFERENCIA ENTRE LLEVAR LOS NEUMÁTICOS CORRECTAMENTE INFLADOS O NO


CONSEJOS PARA INFLAR TUS NEUMÁTICOS







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