Cómo será el mantenimiento del coche del futuro?

 

La movilidad está sufriendo un cambio claro y grande, sin ir más lejos no hay más que ver el coche autónomo, la conducción conectada o los sistemas híbridos de propulsión. Esto como es lógico trae cambios en el mantenimiento de nuestros vehículos, en sus nuevos elementos y tecnologías, en la forma en la que cuidaremos de nuestro coche.

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Todos los tipos de coches híbridos, los de pila de hidrógeno y los enchufables y no enchufables tienen algo en común: un motor eléctrico. Todos llevarán un motor eléctrico para su propulsión, y esto conlleva muchas ventajas como su sencillez y el menor número de elementos con el que cuentan, sus posibilidades de avería disminuyen y su mantenimiento será más sencillo y menos costoso.

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Podrás anticiparte a la avería con el coche conectado porque viajarás conectad@ a la nube. 

Ya lo estás en cierto modo, cuando ponemos música en streaming o con los sistemas de llamada automática con accidentes. Pero en el coche del futuro el nivel de monitorización será total; la capacidad del coche conectado de recabar información sobre sus propios elementos y compartirlos con bases de datos, permitirá a talleres y concesionarios anticiparse a las circunstancias.

El coche autónomo podrá irse al taller por su cuenta. Por ejemplo, él mismo podrá programar una visita cuando detecten bajo el nivel del líquido de frenos o encargar un nuevo juego de limpiaparabrisas cuando los tuyos estén deteriorados, o incluso enviártelos a casa.

El "conductor" no estará pendiente de la conducción y no percibirá posibles errores o averías como tener una rueda pinchada o un faro roto.

Si nosotros no vamos a estar pendientes del estado del coche, estate alerta porque aunque las nuevas tecnologías no presentan plenas garantías, lo tendrá que estar él mismo. 

Por lo tanto, serán necesarios sistemas de inteligencia artificial a bordo del vehículo, el propio coche podrá monitorizar su estado y avisar al conductor o actuar en consecuencia. No es algo completamente nuevo; los vehículos actuales cuentan con numerosos sensores que monitorizan ciertos elementos y nos avisan cuando alguno falla (nos dejamos las luces encendidas, se nos calienta el motor, etc).

En el campo de la ciencia ficción se imaginan personas que le piden a las máquinas que ejecuten diagnósticos para ver si algo está mal o qué está mal, pero no es así, es más allá:  las máquinas lo sabrán antes de que preguntes y a continuación te dirán qué sucederá . 

Te dirán cómo cuidarlos mejor para asegurarse de que no te fallen. Esto es lo que puedes esperar con los vehículos autónomos del futuro: la tranquilidad de saber que tu coche no te dará ninguna sorpresa en el camino.

Una vez que los vehículos puedan conocer sus próximas necesidades de mantenimiento y conducirse solos, ¿por qué no irán solos al mecánico cuando su horario diga que no lo necesita? El mantenimiento se convertirá en un concepto "fuera de la vista, fuera de la mente" que hará que la propiedad de un vehículo sea mucho más placentera.